Como evitar que tu hijo sea respirador bucal

En el ser humano, la respiración tiene desde el nacimiento hasta el primer año de vida, para su registro neurológico.

Por lo tanto, en su primer año de vida se realiza el registro cuando se inhala y exhala por la nariz al mamar del pecho materno, logrando un cierre labial perfecto al deglutir la leche. Amamantando al bebé se crea el registro neurológico del funcionamiento de los grupos musculares de la lengua, el cuello y la cintura escapular. Es importante mantener estos comportamientos y realizarlos de forma correcta en el primer año de la vida, para que los circuitos cerebrales se programen y maduren de forma correcta.

Es por eso que se recomienda amamantar, al ser posible, durante el mayor tiempo. Este debe ser bilateral (mismo tiempo seno derecho e izquierdo), para un buen desarrollo bilateral de la cara del bebé, del SE del niño y de la maduración cerebral.

Después de los 6 MESES, es el momento de la inserción de la alimentación complementaria, pero debe seguir siendo amamantado hasta 2 años o más.

Se debe evitar el uso del biberón y el chupete, para que nuestro hijo no se convierta en respirador bucal, con todos los problemas que esto conlleva: rinitis, otitis, sinusitis, hipoacusia, amigdalitis (reiteradas), asma, apnea del sueño, Ronquidos, Convulsiones, bruxismo, maloclusiones, entre otros muchos.

Si tu hijo sufre de respiración bucal, nosotros podemos ayudarte, llama y pide tu cita.