Periodontitis, algo muy serio.

La gingivitis y la periodontitis (piorrea), son enfermedades muy frecuentes producidas por bacterias que tenemos en la boca y que nos podemos transmitir unos a otros. Si estas bacterias no son eliminadas correctamente, afectan a las encías produciendo su inflamación. Posteriormente la inflamación se traslada por debajo de la encía y destruye el hueso y los tejidos que sujetan los dientes, con su consecuente movilidad y caída, así como posibles alteraciones inflamatorias en el resto del organismo.

Los síntomas son claros:

• Enrojecimiento de las encías.

• Sangrado de las encías al cepillarlas. (El sangrado de las encías siempre es un síntoma de enfermedad). Atención, los fumadores no sangran aunque estén infectados.

• Retracción de las encías con sensación de dientes más largos.

• Aumento de sensibilidad dentaria al frío.

• Aparición de abscesos y flemones dolorosos en las encías.

• Movilidad y desplazamiento de los dientes.

¿Qué hacer si tengo periodontitis?

La primera reacción debe ser considerar que estamos ante un problema dental muy serio, pero que tiene solución, más eficaz cuanto más rápida sea nuestra visita al periodoncista. Una detallada exploración clínica, radiológica, y en ocasiones microbiológica, nos dará la información necesaria para desarrollar un tratamiento específico y eficaz. Una vez diagnosticada la gingivitis o la periodontitis se cura con un tratamiento periodontal meticuloso, apoyado en ocasiones con medicación específica. Las nuevas técnicas de midrocirugía permiten un tratamiento más preciso y conservador, siendo mucho más breve el proceso de curación posterior a la intervención.