¿Qué relación existe entre la boca y los ojos?

La relación entre los ojos y la boca es una sorpresa para los pacientes, algunos pacientes encuentran alivio a su inestabilidad o dolores de cabeza cuando el ortodoncista restaura un buen contacto oclusal o cuando relajamos la musculatura masticadora o mejoramos la posición de la ATM.

Existen evidencias de la relación entre oclusión y postura, las alteraciones en el equilibrio muscular del cuerpo pueden influir en la posición de la mandíbula y en la morfología facial, y a su vez sabemos que los cambios en la posición mandibular pueden influir en los músculos cervicales y en la postura del cuello, de la cabeza y del resto del cuerpo. La boca es fundamental para el equilibrio mecánico y neurológico del raquis cervical, del cráneo y, en especial, de los ojos.

La boca constituye una entrada importante de información al sistema postural. Suministra información importante de dos tipos. Por un lado, aporta información propioceptiva que proviene de músculos y articulaciones temporomandibulares y por otro lado, aporta información exteroceptiva desde el contacto oclusal. En ambos casos la información que proviene de la boca es al mismo tiempo información del cráneo. La mandíbula se articula con el cráneo y cualquier músculo de la masticación o cualquier contacto oclusal se está manifestando cómo y de qué forma el cráneo se sitúa en el espacio. Cada estructura que informa de la posición de la cabeza es fundamental para el sistema postural. El sistema nervioso utiliza esta información procedente de la boca junto a la que viene del sistema vestibular, de la visión y de la propiocepción cervical y ocular para el control de la postura y el equilibrio.

El sistema oculomotor y el sistema estomatonágtico están conectados, no solamente por las estructuras mecánicas, sino también porque ambos sistemas están inervados por el nervio trigémino.

Neurológicamente, tanto los ojos como la boca están inervadas por el V par craneal o Nervio Trigémino. Se trata de un nervio denominado mixto ya que posee fibras motoras, las cuales se vinculan con la masticación y, además, fibras sensitivas, que inervan a parte de la cara. A la altura del ganglio del trigémino se divide en tres ramas:

  • Rama oftálmica (V1): plenamente sensitivo. Inerva el globo ocular, la glándula lagrimal, la piel de la nariz, la frente, los párpados, la mucosa nasal y parte del cuero cabelludo.
  • Rama maxilar superior (V2): también es puramente sensitivo. Inerva los párpados inferiores, las alas de la nariz, la glándula lagrimal, el paladar y los dientes superiores. Esta es una rama que relaciona directamente parte del ojo con la zona maxilar.
  • Rama mandibular (V3): Es un nervio de tipo mixto o sensitivomotor. Inerva las meninges, las sienes, la mandíbula, los dientes inferiores y la lengua.

Existen estudios que muestran una enorme relación entre las alteraciones en la boca de tipo oclusal, muscular o articular y la descompensación de una patología oculomotora.

En patologías como maloclusiones (mordidas cruzadas, mordidas abiertas, etc.), falta de piezas dentales, o disfunciónes temporomandibulares, lo que se presenta es una situación permanente de desequilibrio. Que requerirá de un abordaje conjunto entre especialistas, para que sea garantía de éxito.

En resumen

La boca forma parte de un sistema craneocervico mandibular y tiene una gran influencia sobre la columna cervical y la posición de la cabeza.

La boca es también un importante captor postural. La información de la ATM, de los músculos masticadores o de los ligamentos periodontales, es decir, toda la información trigeminal, llega a centros nerviosos en el tronco cerebral ligados al control postural. A través del fascículo longitudinal medial, la información trigeminal tiene conexiones con los núcleos oculomotores, por lo que una evidencia en la información procedente de la boca puede desestabilizar un problema oculomotor.

Bibliografia: Terapia manual del sistema oculomotor